Mitos y errores frecuentes con relación a la alta sensibilidad

Mitos y errores de la alta sensibilidad

A medida que el rasgo de la alta sensibilidad se va dando a conocer en nuestra sociedad, surge en diferentes medios y redes sociales un mayor número de personas que intentan describirlo y explicarlo a partir de su experiencia personal. Sin embargo, no podemos olvidar que, cuando hablamos de un constructo psicológico, deberíamos basarnos en la evidencia científica y no solo en experiencias personales.

 

Un problema habitual relacionado con el anterior, es el de la generalización. En otras palabras, alguien conoce a una persona con un rasgo determinado y concluye, de manera errónea, que las personas similares son iguales. Esto conduce a generar estereotipos, sesgos cognitivos y mitos que perduran en el tiempo

 

En el caso de la alta sensibilidad hay una serie de mitos o errores que se escuchan con bastante frecuencia y que no dejan de ser eso, mitos.

 

Mitos sobre las Personas con Alta Sensibilidad

 

Las PAS son introvertidas.

Uno de los mitos más extendidos es asociar la alta sensibilidad con la introversión. Hay evidencia de que el 70% de las PAS son introvertidas, pero afirmar que todas lo son deja fuera a un 30%. Tienen similitudes estos dos rasgos de la personalidad, pero son diferentes. Conocer la diferencia nos puede ayudar a identificarnos y a gestionar mejor nuestras interacciones y autocuidado.

Las PAS son débiles y /o frágiles.

En la cultura occidental suelen valorarse cualidades como la competitividad, la proactividad, la rapidez e incluso la agresividad, conceptos muy alejados de la personalidad altamente sensible. La emocionalidad de las PAS puede confundirse en determinados momentos con vulnerabilidad, pero nada más lejos de la realidad: estar en un mundo en el cual los valores dominantes son un poco diferentes y vivir acordes con nuestra forma de ser no deja de ser una forma muy palpable de valentía.

La alta sensibilidad es un trastorno o va acompañado de uno.

Numerosas personas, en el momento de identificarse como altamente sensibles, concluyen que necesitan buscar de inmediato la ayuda de un profesional para cambiar lo que son. La alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad, no un trastorno y, por sí misma, no necesita una atención psicológica, sino más bien entenderla y atender a las necesidades propias

Sí que es verdad que la sociedad en la que vivimos a veces pone esto muy difícil. Es en los casos en que la persona lleva esta característica con un gran malestar o con dificultad, cuando debemos acudir a un profesional, si bien el motivo sería, en todo caso, la no adecuación del estilo de vida a este rasgo y no el rasgo en sí mismo.

En una de las entradas del blog ya diferenciamos entre el Trastorno de Procesamiento Sensorial (TPS) y la sensibilidad de procesamiento sensorial (SPS).

Las emociones dominan a las PAS.

Las emociones son, por definición, una reacción intensa ante un hecho, idea, recuerdo, etc. Esa intensidad puede hacernos creer que las PAS se dejan llevar por sus emociones pero, hay otro elemento muy presente en las personas con este rasgo, y es el procesamiento profundo de la situación. Es decir, solemos ser poco impulsivas, más bien cautelosas. Así que es cierto que vivimos las emociones de forma intensa, pero con una buena gestión de las emociones sabemos darles salida y no dejarnos dominar por ellas.

La alta sensibilidad es característica exclusivamente a mujeres.

Este es un mito que puede hacer mucho daño, especialmente a los hombres, que pueden llegar a negar su rasgo y no reconocerse como una PAS. La alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad heredado que está presente en hombres y mujeres por igual. Lo que puede cambiar es cómo expresamos este rasgo y en esto tienen mucho que ver la socialización de género que interiorizamos.

Puedes leer la traducción de un artículo de la Dra. Elaine Aron sobre este tema: “En qué se diferencian los hombres altamente sensibles” .

 

Como puedes ver, mitos hay muchos y muy variados, aquí solo hemos recogido los que más se suelen repetir y a los que nos gustaría prestar una atención especial porque dificultan entender bien el rasgo de la alta sensibilidad.

 

Errores lingüísticos al hablar sobre la alta sensibilidad

A los mitos y conceptos erróneos, podríamos añadir algún error frecuente en la denominación de este rasgo, que no queremos dejar de mencionar, por las connotaciones que puede expresar, cuando utilizamos el acrónimo PAS, nos referimos a Personas con Alta Sensibilidad, por tanto no es correcto decir “personas con el PAS”, “personas con PAS”.

Parece una nimiedad, pero hablar de “personas con el PAS” induce a pensar que es algo sobrevenido o algo que se tiene, como quien tiene un catarro o una gripe, y no de algo que se es a lo largo de toda la vida.

Por tanto, se debe hablar de PAS o de personas con alta sensibilidad.

 

Conclusiones sobre los mitos y errores en relación a la alta sensibilidad

Para combatir los mitos nada mejor que acudir a fuentes fiables, buscar la evidencia científica, estudios que respalden lo que digan, etc. Aprovecha el procesamiento profundo y la intuición para no dejarte llevar por sobresimplificaciones o suposiciones fáciles sobre esta característica de la personalidad.

 

Nuestra recomendación desde la APASE (Asociación de Personas con Alta Sensibilidad) es que te informes, que acudas a fuentes fiables. En nuestra página puedes encontrar varios libros y documentales para profundizar en el tema. Y, sobre todo, duda de las frases que empiezen por “todas las PAS son….” porque cada persona es única. Podemos compartir un rasgo común, pero el resto de rasgos, la socialización, el ambiente, etc. te hacen una persona única.

Si quieres profundizar en el rasgo, disponemos de una página con recursos fiables que pueden ser de tu interés: RECURSOS

 

Si tienes alguna duda o alguna aclaración siempre puedes escribirnos a info@asociacionpas.org y seguirnos en nuestras redes sociales.

 

Imagen: Priscilla Du Preez (Unsplash).