Inteligencia Emocional y Alta sensibilidad

Inteligencia emocional y PAS

LAS EMOCIONES

Las emociones están presentes en nuestras vidas cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, desde el primer día de nuestra existencia hasta el último y aunque no nos demos cuenta, estamos sintiendo casi siempre, en cada situación, en cada pensamiento, en lo que escucho, etc. de ahí la importancia de conocer qué es la inteligencia emocional.

 

Una emoción es una respuesta o reacción a una experiencia. 

 

La experiencia emocional es un proceso que contiene diversos elementos: 

  • La experiencia subjetiva (el modo único e intransferible en que cada uno de nosotros vivencia las emociones), 
  • La respuesta fisiológica, la expresión (verbal y no verbal)
  • Las conductas consecuentes. 

 

Todas las emociones son necesarias porque nos están aportando una valiosa información acerca de lo que necesitamos. Las emociones nos predisponen a la acción, nos ayudan a comunicarnos, a tomar decisiones y a tratar de mantener un estado de bienestar subjetivo (Bisquerra, Pérez-González y García Navarro, 2015) del mismo modo que también pueden representar un obstáculo para el logro de mis metas. 

 

LAS EMOCIONES Y LA ALTA SENSIBILIDAD

Sabemos que las PAS sentimos con mayor intensidad, tanto las emociones agradables como las desagradables y es por ello que desarrollar nuestra Inteligencia emocional, nos puede permitir disfrutar de un mayor bienestar en la vida. 

 

El procesamiento de la información emocional forma parte, entonces, de ese primer pilar que caracteriza el rasgo, que señalamos como procesamiento profundo de la información y que conlleva, por tanto, la mayor reactividad emocional, además de la mayor capacidad para la empatía. Fruto de lo anterior nos sobreestimulamos con mayor facilidad. 

 

¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Entonces, ¿qué es la Inteligencia Emocional?  Si bien existen diferentes modelos que tratan de explicarla, uno de los modelos totalmente aceptados y representativo de la Inteligencia Emocional la define como capacidad, es decir, es la capacidad cognitiva para procesar la información emocional, y fue desarrollada por Mayer y Salovey en 1997 y Mayer et al., en 2016. 

 

Según este modelo, la Inteligencia Emocional está formada por cuatro elementos o capacidades organizadas jerárquicamente, es decir, que para desarrollar las capacidades más complejas (regulación emocional) se requiere un desarrollo previo de las más básicas.

 

De este modo, la Inteligencia Emocional como una capacidad estaría formada por: 

 

  1. La capacidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud. Se trata de identificar las emociones propias y las de los demás y diferenciarlas, así como la expresión de los propios sentimientos de una forma adecuada, así como las necesidades que rodean esos sentimientos, pudiendo discriminar las expresiones falsas o manipuladas. 
  2. La capacidad para acceder y/o generar emociones que faciliten el pensamiento. Esto es, mis emociones moldean mi pensamiento de modo que mi atención se conduce a cambios importantes. Por ejemplo, puedo estar preocupado por un examen que tengo al día siguiente mientras veo la televisión, de modo que mi preocupación hace que repase el temario antes de seguir viendo la televisión. También supone la capacidad para generar una emoción, anticiparla de modo que al sentirla puedo comprenderla mejor y esto me ayude a tomar una decisión.
  3. La capacidad para comprender las emociones y el conocimiento de las mismas. A medida que crecemos, reconocemos la complejidad emocional que supone sentir emociones o sentimientos contradictorios (amor y odio), combinaciones (la admiración es a veces vista como una combinación de miedo y sorpresa) así como de emociones encadenadas (la ira se transforma en furia y ésta en culpa, por ejemplo). Por eso, razonar sobre la progresión de nuestros sentimientos en las relaciones personales es clave para la Inteligencia Emocional (Mestre, J.M y Fernández Berrocal, P., 2007). inteligencia emocional y PAS
  4. La capacidad para regular las emociones con el fin de promover el conocimiento emocional e intelectual. Sólo si toleramos y atendemos nuestras emociones y sentimientos, podemos aprender sobre ellos. También se refiere a la capacidad para atraer o distanciarse de una emoción, de un modo reflexivo. Si mi rabia está en un punto álgido, tal vez no sea el momento adecuado para ponerme a razonar sobre la situación. Del mismo modo, se refiere a la capacidad de evaluar la atención que presto a mis estados de ánimo y darme cuenta de su claridad o razonabilidad, si estoy intentando mejorar un estado de ánimo o si lo estoy dejando tal y como está. 
  5. Para finalizar, incluye la capacidad para atenuar o suavizar las emociones negativas y para intensificar las positivas, tanto en mí como en los demás, sin exagerar o minimizar la importancia de todas ellas (Mestre y Fernández Berrocal, 2007)

 

CONCLUSIÓN SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN PERSONAS CON ALTA SENSIBILIDAD

De todo lo explicado, se deduce la importancia para las PAS, de desarrollar nuestra Inteligencia Emocional, ya que contamos con muchas capacidades para ella al tiempo que contamos con algunos obstáculos. 

 

Como PAS y terapeuta, creo que disponemos de la capacidad para desarrollar todas las mencionadas anteriormente, aunque somos conscientes, de que la regulación emocional tal vez sea nuestra gran tarea pendiente, debido a la intensidad y mayor reactividad emocional. 

 

Regular nuestras propias emociones y también las de los demás (nuestros vínculos significativos) es un gran reto, aprender con otro a co-regularnos (algo que es tremendamente importante en la pareja, por ejemplo). Teniendo en cuenta, que aún siendo PAS, cada una es un mundo y la forma en que aprendió a regular sus emociones puede ser diferente a la de otras. 

 

Aunque las tres primeras capacidades de la Inteligencia Emocional, llevan su trabajo también, ser consciente de mis emociones, identificarlas, identificar qué necesidad hay detrás, tolerarlas y poder utilizarlas de modo favorable sean las emociones que sean, he creído conveniente hacer hincapié en la cuarta capacidad, la de la regulación emocional. 

 

FASES PARA UNA ÓPTIMA REGULACIÓN EMOCIONAL

Uno de los modelos de regulación emocional (RE) más influyentes en la actualidad es el de Groos que entiende por tal: “aquellos procesos por los cuales las personas ejercemos una influencia sobre las emociones que tenemos, sobre cuándo las tenemos y sobre cómo las experimentamos y expresamos” (Gross, 1999 en Hervás y Vázquez, 2006, p.11). 

 

Me parece importante citar las fases del proceso de regulación emocional que señala Gross: Inteligencia emocional y alta sensibilidad

Selección de la situación: Puedo elegir la situación a la que exponerme de modo que unas las evite y otras las procure. Siendo delicada esta fase ya que hemos de poder lograr, para una vida más plena, un equilibrio entre la evitación y la exposición. 

Cambio de situación: dentro ya de una situación puedo intentar modificar algún elemento de la misma en una dirección u otra que me aporte mayor tranquilidad. Por ejemplo, en un conflicto, pedir una pausa. 

Foco atencional: La situación ya no es modificable, pero puedo dirigir mi atención a unos elementos u otros. Si estoy, por ejemplo, en una sala llena de personas y siento ansiedad, puedo dirigir mi atención a la respiración o a elementos de la sala que me calmen, ya sea una planta o cualquier otro objeto que me calme. 

El cambio cognitivo: cómo interpretamos una situación es clave para comprender nuestra reacción emocional. es por eso que muchas veces, un cambio en la interpretación puede modular mi respuesta emocional. 

La regulación o modulación de la respuesta emocional: Una vez activada la emoción puedo intentar influir sobre la experiencia emocional, mi activación fisiológica o mi conducta.  

 

Intentar sintetizar lo que es la Inteligencia Emocional y cómo se puede desarrollar es un esfuerzo complicado porque es un tema muy amplio y complejo. Espero y deseo haber arrojado algo de luz sobre ello y haber aportado alguna idea aplicable en nuestra vida cotidiana, o al menos un material para la reflexión y posterior trabajo personal. 

 

 

Referencias: 

 

 

Artículo: Ana Curto

Terapeuta y trabajadora social.

Master en inteligencia emocional y especialista en Alta Sensibilidad

anacurto.com

Este artículo está basado en el TFM (Master en Inteligencia Emocioanl) que realicé en 2020 con la UNED,  bajo el título: Sensibilidad del procesamiento sensorial y regulación emocional. 

Otros artículos similares: Cómo trabajar la resiliencia en una Persona con Alta Sensibilidad

Imagen: Nik (Unsplash).

2 comentarios
  1. Arielle
    Arielle Dice:

    Merci Ana.
    Muy, muy interesante y acertado. Vaya trabajo de investigacíon , que alegria en leerlo.
    Bonne fin de journée.
    Arielle ❤️.

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