Vivimos en una sociedad donde no está valorada la sensibilidad, la creatividad, la empatía, la desconexión, el autocuidado, etc.
Un hombre que presenta tendencia a un procesamiento profundo y no a una acción incesante, que valora la belleza en lugar de la practicidad, un hombre con empatía en lugar de agresividad, etc, son hombres que no son considerados masculinos por la sociedad.
Y esto debe de cambiar.
Cambiar para que los hombres con alta sensibilidad no se sientan diferentes, valoren su forma de ser, que es imprescindible para la supervivencia de la especie, encuentren que no son blandos, muy por el contrario, se necesita de una gran valentía para mostrar la vulnerabilidad y ser auténtico.
Vamos a dar unas pinceladas de lo que supone ser un hombre con alta sensibilidad en la sociedad actual, qué puede hacer para integrar el rasgo, y cómo puede vivir siendo él mismo.
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